Hace dos años, un extraño suceso acaeció entre las paredes de nuestra escuela. Puntualmente, en el lavabo de chicos de la planta de primero y segundo de Bachillerato.
Todo empezó una fría y gris mañana de octubre, cuando los encargados de la limpieza dieron parte al coordinador sobre algo que habían encontrado en el lavabo de chicos. Éste no dio crédito a sus oídos al escucharlo, por lo que fue a verlo personalmente: Entró en el lavabo y, al abrir la puerta del penúltimo váter, se encontró un excremento humano encima de la tapa (que queda muchísimo más bonito que decir mierda, dónde va a parar).
El coordinador creyó que aquello se trataba de un hecho aislado, por lo que no le dio demasiada importancia...
...Pero el día siguiente, la fechoría se repitió. El coordinador, de nuevo, pensó que se trataba de un desgraciado accidente (ya se sabe que cuando se siente la llamada de la naturaleza...) y decidió pasar por alto el asunto de nuevo.
¿Adivináis qué sucedió el tercer día? Habéis acertado. En el mismo lavabo, sobre la misma tapa, el crimen se repitió.
Aquello ya no podía tratarse de un hecho aislado, pensó esta vez el coordinador, así que aquella misma mañana pasó por las clases de bachillerato y dijo que ya estaba bien, que la broma había tenido mucha gracia pero que todo aquello había sobrepasado ya el límite.
¿Que pasó al día siguiente? ¿Y al otro? ¿Y al otro? Acertáis de nuevo. Cada día, por la mañana, en el mismo lavabo, sobre la misma tapa, se encontraba el regalito. El crimen se repetía y el malhechor empezó a ser conocido como "El cagón enmascarado".
"El Cagón" siguió actuando durante todo el curso y superó hábilmente todas las trampas que se tendieron para cazarlo. No hubo manera. El crimen quedó sin castigo.
Tras acabar ese curso, la fechoría no volvió a repetirse nunca más. Creemos que trás "El cagón enmascarado" se escondía un alumno de los que entonces cursaban segundo de Bachillerato.
A día de hoy, su verdadera identidad sigue siendo una incógnita.
(Y en el próximo capítulo... "EL MISTERIO DEL CUADRO")
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6 comentarios:
Pues a mi me parece una gran historia, eso sí el tío tenía que tener una flora intestinal de la ostia.
Una historia con una gran carga mierdosa xD
menuda historia jaja
Y a todo esto: ¿no habéis santificado a la pobre mujer de la limpieza?
Uarrjj, qué asco!
En un instituto de secundaria donde estuve trabajando, ya hace seis años, ocurrió un incidente similar. Sólo que fue en el lavabo de profesores (únicamente entraban profesores).
Realmente es cierto: el sistema educativo hace aguas. En todas sus lineas.
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